Nuestro hijo no nos obedece

Amada A.D.:

Existe un antiguo papiro egipcio en el que ya se menciona que los hijos no respetaban a sus padres asi que, créanme, esto es muy común en la mayoría de las familias. ¡Me atrevería a decir que todas han pasado por esto en algún momento!

Hay una etapa en la que todos los adolescentes necesitan enfrentar a sus referentes más inmediatos, por lo general los padres, para construir una parte de su personalidad. Su hijo no aceptará que ustedes son quienes mandan si ustedes no toman las riendas. Sin dejar de ser cariñosos, tienen que hacerse respetar.

Unas décadas atrás, a algunos “expertos” les dio por decir que la palabra  autoridad era muy agresiva. Incluso hay quienes piensan que tratar de imponer la autoridad es una “falta de ética” y un acto “inmoral”. Pero la falta de dirección clara confunde a los hijos y no los prepara para la vida. Es más, podrían terminar siendo unos consentidos que piensan que tienen derecho a todo.

Este es un momento crítico en la educación de su hijo. La familia no debe ser una dictadura, pero tampoco es una democracia. Imagino que ya han intentado hablar con él y que no les ha resultado fácil: los adolescentes intentan huir de una confrontación para la que aún se sienten débiles. Inténtelo de nuevo preguntándole qué es lo que le hace sentir a él y determinar la causa del problema. Casi seguro es alguna circunstancia externa. Muéstrense solidarios y decididos a ayudarle a resolverla.

Si tienen la sospecha de que puede estar consumiendo alguna sustancia nociva, no duden en recurrir a un especialista e incluso exigir a su hijo que pase un examen médico.

Si le ha ordenado algo a su hijo, no cambie de opinión. Además, presente un frente unido con su cónyuge. En caso de que le haya dicho que lo van a castigar, no se echen atrás. La disciplina forma parte del proceso de educación. Si corrigen a su hijo con cariño, lo ayudarán a que sea obediente y a que se sienta seguro y querido.

Esta etapa pasará, no se angustien por esta situación momentánea. Hago una oración en su nombre a la Trascendencia para que les envíe armonía familiar.

TE DOY MI PALABRA

Hablante Umabel

#palabraverdadera