Disensiones, peleas, riñas, malos entendidos, quejas, confusión, distorsión de la realidad, falta de comunicación… en definitiva: conflictos.
Cualquier conflicto nos hace sentir incómodos produciendo muchas veces un deterioro físico y mental y, como consecuencia, nos impide relacionarnos de manera satisfactoria y vivir en paz. Pero la paz está al alcance de tu mano.
Sólo son necesarios 3 pasos para alcanzarla: arrepentimiento, reconocimiento y restitución.
Arrepentimiento
¿Qué significa arrepentirse? Consiste solo en cambiar de opinión. Este cambiar de opinión respecto a lo que uno ha hecho, conlleva creer que nuestras ideas, actitudes, valores o metas estaban equivocados.
Seamos sinceros, ¿cuántas veces nos arrepentimos “a medias”? Esta clase de arrepentimiento se conoce como la regla 40/60.
Reconocimiento
Piensa en un conflicto reciente con alguna persona de tu entorno del que te sientas arrepentido. ¿Lo tienes? Ahora reflexiona conmigo si en algún momento del proceso estos han sido parte de tus pensamientos… “Bueno, sé que no soy perfecto, y reconozco que tengo parte de culpa en este problema. Yo diría que un… 40%.” ¿Reconoces esta frase o alguna parecida en tus pensamientos?
Esto quiere decir que el 60% de la culpa es del otro, por lo tanto esperamos que sea este otro quien nos pida disculpas. Si pensamos así, no hay arrepentimiento genuino, estamos rechazando la Palabra Verdadera, estamos evitando reconocer nuestro error y restituir el daño causado.
Restitución
¿Estás recibiendo el arrepentimiento como don de La Trascendencia en tu vida? Entonces sólo te falta reconocer tu error y restituir el daño.
Te doy mi Palabra
Hablante Jael
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