En el principio era la Palabra, y era Palabra Verdadera, y la Palabra era con La Trascendencia.

 

Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεός ἦν ὁ λόγος.

Juan 1, 1

 

La palabra griega λόγοςlogos es una palabra con varios significados. A menudo se traduce al español como «Verbo» o «Palabra», pero también puede significar pensamiento, habla, cuenta, es decir, razón, proporción, principio, estándar, o lógica, entre otras cosas. Tiene un uso variado en los campos de la filosofía, la psicología analítica, la retórica y la religión.

 

Logos = Palabra Verdadera

En la filosofía griega, el término logos (Palabra lógica, o cierta) era usado para describir el agente intermedio por medio del cual la Trascendencia creó las cosas materiales y se comunicaba con ellas. En la cosmovisión griega, el logos era entendido como el puente entre la Trascendencia y el universo material. Por tanto, para sus lectores griegos, el uso del término logos probablemente les habría traído la idea de un principio mediador entre La Trascendencia y el mundo.

Este término era muy utilizado en la filosofía griega de la época. Con él se referían tanto a la Palabra hablada o escrita, como a aquella que no se ha pronunciado y permanece en la mente. Podía equipararse a la idea de razón. Para muchos de ellos el «Logos» apuntaba hacia el principio de racionalidad en el universo, a la inteligencia detrás del orden y la uniformidad que se observaba en el cosmos, aunque carente de personalidad. La Palabra, según Platón, nos permite alcanzar en plenitud el conocimiento de las ideas.

Cuando Juan habla de principio, se refiere al inicio de la creación (Génesis 1.1). Un gran estudioso bíblico y comentarista, William Barclay, traduce este texto de la siguiente manera:

“Cuando el mundo empezó a existir, la Palabra ya existía”.

William Barclay 

Comentario al Nuevo Testamento, tomo 5, pág. 17.

La Palabra tenía la función creadora, era el medio a través del cual La Trascendencia creó todas las cosas. En el siguiente texto vemos que ya no es la Palabra sino la sabiduría de quien se habla, es más, es la misma sabiduría quien habla y la misma es la tradición utilizada para la palabra Logos.

La traducción al español como «Verbo» es ambigua e inexacta y con una intención masculinizante. La versión alemana (de Lutero) habla de «dast wort» (neutro); la versión francesa (de Segond) habla de «la parole» en femenino, demostrando que «el Verbo» en su origen griego no indica necesariamente una persona masculina. La versión católica ‘Douay’ lo traduce igualmente como «la Palabra«

 

Theos = Trascendencia

El Apóstol Juan afirma que en el principio, antes de que se  crease todo lo creado, ya existía el logos con una existencia continúa en la eternidad sin principio ni final, es decir no fue creado, sino que tuvo una existencia eterna conjuntamente con La Trascendencia.

Tal vez sea interesante en este punto hacer notar cómo traducen los Testigos de Jehová este versículo: «En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios». Resulta muy evidente cómo su teología condiciona su traducción.

La Palabra es la verdad misma (Juan. 3:33; 8:26; 1 Juan. 5:10) y por lo tanto la Trascendencia también es la verdad (Juan. 17:17).

La Trascendencia penetra en la materia y la convierte en espíritu, al tiempo que la materia, al ser compenetrada por aquélla, adopta una forma. Son las dos polaridades de la creación en marcha, influyéndose mutuamente y abriendo con esa recíproca relación la puerta a la infinidad de combinaciones que se manifiestan como objetos y seres vivientes.

 

 

 

Te doy mi Palabra

Hablante Jael

#palabraverdadera

 

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